Anterior al acto reproductivo, se ha observado en muchas especies la realización de una parada nupcial mediante la cual los machos pretenden atraer a las hembras. Para ello, llevan a cabo determinados movimientos o simplemente se ayudan del colorido de su cuerpo y alas.
El vuelo de una libélula
Tras esto, llega el momento del vuelo nupcial que terminará con el macho posándose sobre la hembra. Esto es lo que se conoce como tándem, o sujeción de la hembra mediante los apéndices anales del macho. Podemos encontrar casos en los que el macho no realiza ni parada ni vuelo nupcial, y directamente agarra a la hembra en esta posición. En los zygópteros, el enganche se produce por el protórax, mientras que en los anisópteros es en la cabeza. También encontramos algún caso, como en Aeshnidae, en el que el macho sujeta a la hembra por ambas partes.
Tándem en Zygópteros Tándem en Anisópteros
Tras la cópula, el macho liberará a la hembra para que esta pued liberar los huevos en el agua, ya que las larvas son de vida acuática. Algunas especies mantienen la forma del tándem tras la cópula, ya sea para defender a la hembra de la inseminación de otros machos, o para defenderla de cualquier peligro hasta que realice la puesta y se garantice que la misma ha sido realizada con éxito.
La puesta de los odonatos