El naturalista Fabricius, discípulo de Linneo, fue el primero en acuñar el término odonata en 1792, debido a la particular anatomía de las mandíbulas que mostraban los adultos. Este nombre es la contracción de las palabras griegas “odonto” (diente) y “apathos” (mandíbulas), y podría ser traducido como “mandíbula dentada”.
Sin embargo, el origen del nombre “libélula” es incierto y controvertido. Es el propio Linneo el que introduce el nombre en su obra Sistema Naturae, aunque se tiene constancia de que el término fue utilizado con anterioridad para designar a las larvas de estos .
Referencia a esta publicación:
Herrera, T. 2010. Los habitantes del agua: odonatos. Junta de Andalucía http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/portal_web/agencia_andaluza...