A primera vista los odonatos pueden parecer especies muy abundantes y sin problemas aparentes de conservación. Sin embargo, son insectos muy dependientes del agua tanto en su fase larvaria como adulta, y estos medios se encuentran en un proceso de deterioro continuo. Por lo tanto, viendo el deterioro de sus hábitats, será necesario conservar éstos para poder conservar a estos individuos.
A este deterioro de este tipo de ecosistemas se le añade el caso del cambio climático que provocará el aumento de sequías y por lo tanto la reducción de la superficie que ocupan llevándoles a su disminución.
Por ello, la conservación de los odonatos se encuentra muy ligada a sus hábitats. Los medios acuáticos acogen a un gran número de especies que habitan junto a los odonatos y que para la sociedad pasan desapercibidos, por ello los odonatos son considerados especies “paraguas”.
Otro de los aspectos (además de especies “paraguas”) es su papel de depredadores en la cadena trófica consumiendo una gran cantidad de insectos que podrían convertirse en plagas de cultivos, por lo que actúan como insecticidas naturales.
Por otra parte, los odonatos también representan el alimento para otras especies como los arácnidos o las aves, así que representan un grupo clave en la cadena trófica.
Odonatos como bioindicadores:
En la actualidad se tiende a utilizar un conjunto de especies pertenecientes al mismo orden o no para ser utilizadas como bioindicadores. Uno de los grupos elegidos son los odonatos por diversas razones:
- Son especies de fácil identificación.
- Se conoce relativamente bien sus requerimientos ecológicos, biológicos y biogeográficos.
- Alta dependencia de los medios acuáticos.
- Abundantes y de fácil detectabilidad en estado adulto.
- Altamente diversificados ecológica y taxonómicamente.
- Presentan alta fidelidad ecológica.
- Relativamente sedentarios.
- Su carácter depredador los hace muy sensibles a las alteraciones tróficas.
- Sensibles a perturbaciones antrópicas.
- Responden ante perturbaciones de forma rápida y predecible, siendo analizable.
Cuando se produce un daño en el hábitat se observa una disminución en la abundancia e incluso en el número de especies, lo que provoca un cambio en el RSO (índice). Aquellas especies que han desaparecido serán aquellas más sensibles a los daños producidos. Al comprar el RSO de un lugar con el RSO de un lugar intacto del mismo tipo y región, se puede detectar el daño producido en el hábitat y como consecuencia tomar una decisión a cerca de la conservación para restaurar el ecosistema.
Uno de los casos más curiosos fue realizado en Andalucía. Se determinó que las formas inmaduras del Orden Odonata, habitan en su mayoría en aguas lénticas con mucha vegetación acuática o emergente, con excepción de la especie Pantala flavescens, la cual se encontró también en estanques sin ningún tipo de vegetación, determinándose que esta especie es la de mayor presentación en asocio con el cultivo de peces.
Las ninfas que poseen alto efecto depredador sobre alevinos de peces entre 0.03 a 1,5 g de peso vivo es Pantala flavescens, los alevinos mayores de 1,5 gramos (2,1 a 3 gramos) no son depredados por su tamaño. Otras especies de náyades que tienen efecto predador sobre alevinos de peces en su orden son: Orthemis sp, Aeschna (circa) intrincata y Anax amazili debido a su conformación robusta gran tamaño y observaciones preliminares .
Factores físicos como temperatura, profundidad del agua, presencia o ausencia de vegetación, determinan el consumo de las náyades de Pantala flavescens, la temperatura ideal que aumentó la actividad depredatoria fue a partir de 24º C promedio, limitada por los factores medio ambientales y la competencia existente por el alimento.
Una sola náyade puede consumir 5 alevinos/día, el costo de un alevino reversado es de $3,015, por lo tanto en un ciclo de 42 días (edad y peso más susceptible para los peces) existe una pérdida de $ 633,15; y por m2 de estanque hay pérdidas por valor de $ 12.633,00. En un estanque de 150 m2, (promedio de 20 náyades/m2), las pérdidas ascienden a $ 1’899.450 y pérdidas anuales por valor de $ 16’507.125 (Hahn et.al 2001).
Teniendo como base el alto índice de depredación observada en larvas y alevinos de Oreochromis nilóticos por Pantala flavescens, se siente la necesidad de buscar alternativas de control biológico o mecánico selectivo sin usar controles químicos sobre esta especie de Odonato.
Referencia de esta publicación:
Sánchez García, A. et al. Los odonatos de Extremadura. Junta de Extremadura. Capítulo 6: Conservación (pág. 261). 2009 http://extremambiente.gobex.es/files/biblioteca_digital/atlas_odonatos.pdf