Odonatos: ¿bioindicadores fiables?

¿Por qué odonatos y no otros grupos?

     Al igual que las aves son un grupo que se ha utilizado con mucha frecuencia como indicadores ecológicos de cambios en el ambiente o perturbaciones en una determinada región, los odonatos son un grupo de insectos ligados completamente al medio acuático, tanto por sus etapas de desarrollo larvario que se producen en el agua como por su dependencia de este tipo de ecosistemas en su fase adulta para la alimentación y reproducción, por lo que son un grupo muy adecuado para controlar la calidad de las aguas de un determinado territorio. Además, cumplen otros requisitos que permiten su aplicación como organismos bioindicadores: son abundantes, y fáciles de observar, presentan gran diversidad de especies (76 en el ámbito ibérico), tienen exigencias ecológicas variadas, su muestreo es sencillo y asequible económicamente; y gracias a su precisa caracterización taxonómica y a la existencia de bibliografía rigurosa y práctica, son relativamente fáciles de identificar incluso en el campo.
Se ha comprobado que son buenos indicadores de la biodiversidad de una zona, y también aportan información muy importante sobre el estado de conservación de los hábitats. La relación de los adultos, pero también de las larvas o ninfas con el medio acuático, aportan una gran información sobre la calidad del agua de humedales o cursos de agua.
     Los macroinvertebrados se han utilizado como bioindicadores útiles para ecosistemas acuáticos y humedales, pero presentan limitaciones en la recolección o la identificación que limitan su uso a la hora de realizar evaluaciones rápidas. Es importante estudiar los diferentes estadios vitales de estos insectos, ya que por ejemplo los adultos voladores juegan un gran papel en la transferencia de energía entre el sistema acuático y el terrestre, y entre distintos niveles tróficos. Las formas voladoras de los odonatos son más sensibles que los estadios acuáticos a los usos del suelo en las cercanías de los humedales. Las libélulas y caballitos del diablo son especies predominan en los hábitats de aguas dulces, y contribuyen en gran medida al porcentaje total de biomasa de invertebrados y riqueza de especies. Los odonatos son muy sensibles a los  condiciones del medio de la zona de cría y las áreas terrestres de los alrededores, y pueden reaccionar rápidamente a cambios en la calidad del medio, mediante por ejemplo la dispersión activa.

¿Cómo demostrar que los odonatos son buenos indicadores?

     El coeficiente de conservación (Co), de 0 a 10, es un valor que se aplica a las especies en función de su sensibilidad a la degradación del medio, siendo los valores más altos aquellos que indican una mayor sensibilidad de dicha especie. Aunque suele aplicarse en un contexto florístico (por ejemplo a plantas vasculares), también se puede utilizar con animales, en este caso aplicado a los odonatos para conocer el grado de perturbación de un humedal.
     Con un equipo de especialistas y voluntarios, se lleva a cabo un muestreo de las zonas a estudiar, elaborando un catálogo de todas las especies que aparecen en la zona, y registrando las observaciones de cada especie mediante un sistema GIS. Así, obtenemos un mapa de distribución de cada especie, y podemos hallar las diferentes zonas en las que aparecen unas u otras especies. El siguiente paso es asignar un CoC a cada especie, para así  averiguar si existe relación entre la distribución de cada una y el estado de conservación de los hábitats del territorio. Las especies que aparecen en zonas degradadas tendrán un bajo Coc, mientras que las que aparezcan solo en las zonas mejor conservada presentarán un CoC elevado. Repitiendo estos estudios en muchas zonas diferentes, pueden obtenerse multitud de datos, que son posteriormente sometidos a un análisis estadístico. Los resultados obtenidos muestran que existe una relación lineal entre las especies de odonatos que habitan unas determinadas zonas y las especies que habitan otras, en función de su estado de conservación. Así, la presencia de unas especies de odonatos concretas en una determinada zona permite saber que esta zona se encuentra degradada, mientras que otras especies indican que la zona está bien conservada.

Este gráfico muestra la diverdidad específica de odonatos a lo largo de un curso de agua. 

     Un estudio de D. Acquah-Lamptey et al de la Universidad de Ghana, muestra como mediante el estudio de la riqueza de odonatos en el río africano Densu, puede conocerse el estado de los sistemas terrestres asociados al curso de agua, y además saber el grado de influencia antrópica en cada uno de ellos.

Conclusiones

     Bajo mi punto de vista, el uso de los odonatos como indicadores es un método muy rentable y simple para conocer la calidad del agua o de los hábitats de una determinada zona. Son organismos de un tamaño relativamente grande, además de ser voladores y presentar una coloración vistosa, lo que hace que sean identificados fácilmente tanto por expertos como por aficionados, y esto es de gran ayuda a la hora de elaborar censos o inventarios en una zona, pues permite la participación de más personas no especializadas (algo similar a lo que ocurre con las aves).
Además, aunque la información más fiable venga dada por las especies concretas que aparecen en una zona, en muchas ocasiones es posible agruparlas en familias, de modo que con observar tan sólo una de las especies de esta familia podemos averiguar el estado de conservación del hábitat.
    Hay otras formas de evaluar la calidad del agua, utilizando indicadores del reino Plantae (por ejemplo calculando la cantidad de algas para averiguar el grado de eutrofización del agua) u otros bioindicadores animales, como pueden ser los oligoquetos o los coleópteros. No obstante, por su tamaño y características, considero a los odonatos el insecto de mayor utilidad para este propósito. Obviamente, los análisis químicos de muestras de agua pueden aportar una información más precisa sobre sus características y su calidad que la que se obtiene de los censos de odonatos, pero no hay que olvidar que implican un mayor coste económico y tiempo de realización.

Referencias:

“Odonatos. Habitantes del agua”. Tony Herrera Grao, Óscar Gavira Romero, Francisco Blanco Garrido.. Junta de Andalucía.
“Estudio de la comunidad de Odonatos de los parques del Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz” LUIS FELIPE VALLADARES DÍEZ, FRANCISCO GARCÍA CRIADO, RAQUEL A. MAZÉ GONZÁLEZ, DAVID MIGUÉLEZ CARBAJO, FRANCISCO JOSÉ VEGA MORENO.. Instituto de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Biodiversidad.
“Adult Odonata conservatism as an indicator of freshwater wetland condition”. Thomas E. Kutcher, Jason T. Briedb. Rhode Island Natural History Survey, University of Rhode Island. Department of Zoology, Oklahoma State University
“Using odonates as markers of the environmental health of water and its land related ecotone”.  D. Acquah - Lamptey*, R. Kyerematen and E. O. Owusu. Department of Animal Biology and Conservation Science, P. O. Box LG67, University Of Ghana, Legon, Ghana.

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